Música Vs Autismo: un camino hacia la integración

Por Daywuy Mejias / Traducido por Carlos Cabello

Todos sabemos que el efecto agradable de la música puede trascender nuestro estado de ánimo. Cuando escuchamos alguna melodía sabemos que nuestro cuerpo envía respuestas inmediatas que nos llevan a lugares, personas, situaciones o sentimientos específicos; Nos hace bailar, cantar, reír o llorar y esto se debe al gran poder expresivo y persuasivo que tiene la música en diversos géneros y estilos. El estrecho vínculo entre sociedad y música como manifestación de la primera, nos permite en el mejor sentido, hacernos de una para mejorar la otra, es por eso que hoy es un sujeto tanto social como humano tratado a través de sutiles acordes: autismo y música.

Entender el Síndrome de Autismo como un trastorno (leve, moderado o agudo) del desarrollo de las funciones cerebrales permanentes, presenta una sintomatología general que puede describirse a grandes rasgos como una incapacidad que afecta a los campos de la interacción social, la comunicación, la conducta y las expresiones, tanto verbales como no. -verbal, así como el desarrollo intelectual y emocional de un niño. En este sentido, podemos establecer un puente de tratamiento exitoso en términos de hechos sonoros y manifiestos en niños con espectro autista.

Según estudios realizados en el campo de los efectos de la música en las respuestas cerebrales como el conocido “Efecto Mozart” entre otros, la Educación Musical se presenta como una valiosa herramienta para la estabilidad, la comodidad y el desarrollo de habilidades en el niño tratado a través del sonido y su efecto positivo está ligado al comportamiento y al equilibrio tanto físico como emocional e intelectual. Esta práctica se denomina Musicoterapia, rama del estudio musical que utiliza composiciones debido a su matriz rítmica, línea melódica y cadencias. Estos se consideran para tratar afecciones emocionales, cognitivas y psicomotoras, con el fin de crear un ambiente de confort y relajación que permita conectar las funciones cerebrales a través del hecho sonoro.

Los estudios han demostrado que el tratamiento del niño a través de la música, ha logrado reducir los síntomas evidentes, mejorando los tiempos de enfoque y concentración, así como las habilidades expresivas y sensoriales y la activación de conexiones neuronales. Visto desde este punto de vista, aprovechemos y utilicemos el “Lenguaje Universal: la Música” como elemento vinculante e integrador ante los desafíos de esta sociedad “moderna”.