Por Valentina Ruiz Leotaud / Traducción Carlos Cabello
Sofía Sánchez Bujosa, de apenas 21 años, tiene un largo tramo en Vancouver y otros lugares.
Desde pequeña le encanta la danza, por eso sus padres decidieron ponerla en clases mientras aún vivía en Caracas. Como Sofía se destacó, Jenny y Edgar sabían que tenía que continuar su formación artística, por lo que cuando se mudaron a México fue inscrita de inmediato en una academia.
Cuando llegó el momento de emigrar a Canadá, no había duda: la más joven de los Sánchez tenía que continuar su formación en danza del vientre.
El avión no había terminado de aterrizar, allá por 2010, cuando Sofía ya sabía que se unía. Academia de Danza Amed. Allí comenzó a sobresalir por las fusiones que desarrolló, combinando, por ejemplo, la danza árabe con elementos de la cultura española.
Amed pronto le otorgó una certificación de bailarina profesional, y luego Sofia obtuvo otro diploma de la Canadian Iranian Foundation.
“Espero que las artes marquen una diferencia en muchas vidas”, dice la joven, que también estudia Psicología en la Universidad Simon Fraser porque su objetivo final es convertirse en terapeuta de arte.
Y parece que va bien. Sofia ya trabaja en su área, dando clases de baile los lunes, martes y jueves en SFU y ofreciendo clases privadas en World Dance Co. También actúa en bodas y festivales.
Canadá, dice, le ha ofrecido valiosas oportunidades. “Una de las mejores experiencias fue bailar frente a Stephen Harper y varios miembros del Parlamento en marzo de 2015 en una gala organizada por The Canadian Iranian Foundation. También tuve la oportunidad de tener un espectáculo en el Centro Chan para las Artes Escénicas frente a una audiencia de 1,000 personas ”, dice.
Más allá de los grandes eventos, una de las actividades que más disfruta Sofía es colaborar con la Sociedad Venezolano-Canadiense de la Columbia Británica. “Mi trabajo con VCSBC también es parte de estas increíbles experiencias. Tuve el honor de dirigir el grupo de Danza Folklórica Venezolana y llevarlo al North Shore Folk Fest, evento que tiene 35 años de historia ”, dice.
Durante ese festival, que tuvo lugar en verano, la maestra y sus acompañantes llenó de sabor y tumbao el Teatro Centenario (Argot afro-caribeño para sensualidad o swing).
Por si esto fuera poco, Sofía también se dedica a las artes visuales. Sin embargo, dejamos esta historia para otro momento.
Para contactarla, puede seguir su página de Facebook. Danza del vientre Zafirah o escribe a sofiasanchezart@gmail.com.